viernes, 4 de enero de 2008


Christian Ponce

Este poema sigue a "Tomado del Aire" que les presenté hace algún tiempo, se llama "Inmersiones II". Un abrazo a todos.






El suave peso de su piel desnuda
Difusamente descansa en el contacto
Con un leve rastro de angustia y agua lunar
Latido a latido me diluyo en tu vientre
Es la tibieza rupestre de nuestra deriva
Es el sortilegio de nuestra especie
La promesa elemental que se adivina en cada gesto
Es el delicado color fucsia anunciando otra noche
Es la candente soledad muscular avanzando
Resolviendo las dudas de un hombre perdido
La orgánica presencia, casi de glandular, de esta verdad
De los cuerpos, en su química definitiva
Amo este cansancio de varón abatido
Amo el brillante sabor que quiebra mi oído
Amo esta oscuridad de terciopelo poblada de psicodelia
La palabra noche destila su tinta en mis labios
Respiro el tenue salitre de tu sudor
Soy solo sensaciones flotando en esta penumbra
Solo sangre fluyendo, solo aire quemándose, energía
Universo diminuto en expansión, luz inclinada en el altar
Lobo arrancado de la jauría ladrando a los astros
Cuerpo liberado de la cárcel oxidada del alma
Sombra que respira este milagro
Y entonces me descubro montado en el espinazo de las sombras
Todo es tan fino y tan brutal, tan lengua, sed y pan
Y me acuerdo de ti en esa playa, desnuda, nocturna, desapareciendo
Bajo mi vientre, derramándose tu cabellera castaña en la arena
Sin más verdades que ofrecer que dos amantes disfrutando
De su pasión como flores que danzan su primavera
Antes de arder en el tiempo.